martes, 24 de mayo de 2011

No amanezco contigo


Un reloj  me come las entrañas las noches que te encuentro y noto que no somos esos perros flacos de la playa. Te digo que el amor y el desamor nos ha inflado la barriga y entonces vamos a tu casa y dejamos una cerveza  a medias porque nos arrancamos los labios, nos arrancamos la ropa. Te deseo y mi reloj se convierte en una bomba, estalla. Mi cuerpo ya no es mi cuerpo y tú eres mío. Tenemos encima toda el agua de la casa, somos la comida y el aire y hiroshima y terminamos en el alboroto de la cama, exhaustos, desconocidos. Antes del amanecer despierto a vestirme y escapar, a ganarle a la luz sin que revele quienes son los que hicieron eso.