domingo, 27 de marzo de 2011

espacio



Un espacio para pensarte, sin discutir con mi cigarro, mirando la tarde que estira la noche, sé que no voy a encontrarte. Un poco de la última vez que te vi, ya tan lejos que mirabas diferente y se aclaraba la tarde imitando el amanecer, aquella hora en que siempre había que separarse sin ser los ingenuos que se entregan a la mañana.
Hay sonidos que la luz extraña, que el tiempo mimetiza. Qué importa si te extiendas una bocanada o dos,  hay palabras que alumbran mi cuerpo, como la luciérnaga entre mis dedos peina despacio aquella última vez que nos hicimos sombras, tan cerca que supimos habernos ido. 
Caer con la tarde y con la ceniza, sabiendo que nada hay para arreglar, que ni el humo se debate entre esta sensación blanca que nace de la mañana.